Lo sabemos, es fácil planear un proyecto en nuestra cabeza, pero, cuando llega el momento de ejecutarlo, las opciones son tantas que es como estar de vuelta al inicio. Entre tantas texturas y colores de mosaico disponibles, ¿cuál sería la mejor para cada espacio? En realidad, como es de esperarse, no hay una respuesta correcta, pero sí podemos basar nuestra decisión dependiendo de lo que cada color evoca y el efecto que le añade una textura. A continuación revisamos los colores más populares en diferentes texturas:

Azul

El azul es el color que los seres humanos vemos con más frecuencia, lo encontramos en el cielo y en el mar. Por eso, al verlo en interiores, inmediatamente evoca sensaciones de amplitud, calma, seguridad y serenidad. Aunque también, por lo mismo puede hacernos sentir tristes, al ser demasiado profundo y amplio.

Aquí es cuando entran las texturas. Si tenemos mosaico azul en exteriores en textura de vidrio, probablemente será demasiado brilloso y brindará una sensación de encierro. Pero, si usamos textura de piedra, evocaremos serenidad y amplitud. Por otro lado, si usamos la textura de vidrio en interiores, resaltaremos la idea de calma y traeremos sensaciones acuáticas hasta la sala.

Hay muchos colores de mosaico que podemos combinar con azul, desde diferentes tonos del mismo color hasta contrastes con amarillos o naranjas.

Naranja

El naranja está entre los colores de mosaico más populares para cocinas. ¿La razón? Abre el apetito como ningún otro color. Además, llena los espacios con la calidez del amarillo y la energía del rojo que son los colores que lo conforman. Para cocinas, la textura de vidrio es perfecta porque le dará un aspecto alegre y juguetón.

Pero, si queremos aprovechar los beneficios del naranja en otros espacios, por ejemplo un comedor para asegurarnos de que nuestros comensales siempre quieran más, es mejor considerar textura de piedra para darle un efecto un poco más sobrio.

Café

El café es un color sumamente neutro. Evoca la naturaleza, la tierra y nuestra conexión con ella. Brinda una sensación de estabilidad y apoyo que es difícil de lograr con otros colores de mosaico.

Con una textura de piedra es ideal para exteriores o para sitios comerciales ya que nos mantiene conscientes del momento y permite mezclar la formalidad con la calidez. Si queremos hacerlo un poco más divertido y accesible, una textura de vidrio ayudará para que el ambiente no luzca tan seco.

Gris

Sí, el gris es sumamente serio y formal, pero no por eso debemos huir de él, al contrario, puede transformar un espacio con facilidad si se usa correctamente. En su textura de piedra le da amplitud y frescura a cualquier espacio sin tener que recurrir a la brillantez del blanco. Mientras que con una textura de vidrio se convierte en algo etéreo y misterioso.

En ambas texturas, combinarlo con otros colores de mosaico y con muebles y accesorios en tonos rojos y morados brindará elegancia por excelencia y le agregará vida a un área que de otra forma podría verse estéril.

Blanco

¿Qué podemos decir del blanco? Como sabemos, es el mejor para darle luminosidad, paz y amplitud a un espacio. Pero, ¿qué tono de blanco elegir para nuestros objetivos? Si queremos evocar paz, es mejor que utilicemos blancos cálidos, que tiendan hacia el amarillo que le traerá su calidez al color. Si lo que buscamos es frescura y pulcritud, entonces es mejor un tono frío de blanco, más inclinado hacia el azul.

En cuanto a textura, en piedra le da sobriedad y elegancia mientras que en cristal le da una sensación etérea y espiritual a cualquier área en la que queramos aplicarlo, en especial si encontramos la iluminación perfecta.

La buena noticia es que ni siquiera estamos obligados a decidir. Podemos mezclar tantos colores de mosaico y texturas como se nos ocurra. Al final, el límite siempre está en nuestra imaginación.